Mi jefe sabe que busco trabajo! ¿Qué hago? ¿Qué conviene hacer? ¿Le digo o no le digo?
En el siguiente artículo de Matías Ghidini, publicado en el diario La Nación el domingo 22 de Abril de 2012, algunas ideas.
¿Y vos que harías?
Las reacciones de un superior ante la novedad consumada de que un empleado suyo ha iniciado el proceso de búsqueda laboral sin saberlo pueden ser tan diversas como radicales, pasando desde la omisión planificada hasta un hostigamiento perverso.
Pero es importante entender que existe un proceso mucho más ameno y transparente que permite desandar estas situaciones de cambio laboral. El eje sobre el cual apoyarse para esto debe ser, sin duda, la comunicación; sistemática, honesta y amplia.
Imaginar que muy alegremente se pueda avisar a un jefe que se está retirando para ir a una entrevista laboral a otra compañía rozará, para algunos, en la utopía. Y es entendible. No todos las culturas organizacionales y los estilos de liderazgo promueven y fomentan este camino. Aunque no menos cierto es que a veces son los propios miedos e inseguridades del profesional los que bloquean esta iniciativa.
Porque, desde el vamos, asumir esta postura y dar el primer paso ante el superior demanda una madurez personal y profesional no siempre presente. Implica una claridad argumental que pocos tienen.
Está claro, pues, que no es una aventura sencilla enfrentar al jefe para hablar de estas cuestiones. Igualmente cierto es que hacerlo, hablarlo y superarlo ofrecerá un futuro mucho más relajado y confortable.
En las antípodas, optar por bucear por nuevas oportunidades laborales sin una sincera conversación de revisión de desarrollo profesional en la actual compañía puede llegar a transformarse en un ingrato universo de doble vida. Pactando entrevistas en horarios insólitos, cayendo preso de la preocupación por ocultar el hecho.
Suponer que el cambio laboral necesariamente siempre debe traducirse en un proceso clandestino es tan falso como asumir que plantear la actual insatisfacción laboral con el jefe será siempre bien recibido.
Pero, sin duda, los beneficios para ambas partes -acelerar o generar cuadros de reemplazos, recibir recomendaciones de jefes actuales, entre algunos otros- justifican un proceso de desarrollo profesional más abierto, dialogado y transparente.
Creado a las 23:35 - · Matías Ghidini para La Nación · Notas y Artículos
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