Recogemos las preguntas que hacen tropezar a la mayoría de los candidatos para un puesto de trabajo, así como las mejores respuestas que podrían ayudar a ganar el puesto.
Hacer una entrevista de trabajo puede hacer que te sientas como si estuvieras de regreso en la escuela haciendo un examen. Sin embargo, en lugar de que la “prueba” tenga una respuesta clara y correcta, responder a las preguntas de estos procesos a veces puede ser incómodo, mezclado con la esperanza de haberlo hecho bien.
Cuéntame acerca de ti mismo
El problema: la mayoría de los candidatos consideran que esta pregunta es abrumadora. Como es una pregunta muy amplia y abierta, los candidatos son propensos a divagar, hablando de su yo profesional en términos muy genéricos y generales, y básicamente reafirmando su currículum.
Lo que se debería decir: una mejor manera de responder es hablar de tu experiencia de una manera que te ubique como la pareja perfecta para el papel. Debes contar una historia, pero una con un comienzo, un fase intermedia y un final muy claros. Deberías poder terminar con lo que te sitúa en el momento y lugar: “entonces es por eso que estoy buscando hacer un cambio y estoy muy entusiasmado con esta oportunidad”.
¿Por qué quieres trabajar para esta empresa?
El problema: una respuesta común a esta pregunta es felicitar a la compañía diciendo algo así como: “XYZ es el creador líder de soluciones innovadoras, y quiero trabajar para un líder del mercado”. Una respuesta más honesta podría ser: “Ustedes fueron los únicos que leyeron mi currículum, así que por supuesto que quiero trabajar para ustedes. Necesito un empleo”.
Lo que se debe decir: una buena respuesta, sin embargo, gira en torno a la misión, visión y valores de la empresa. Si coinciden con tus metas y deseos, entonces habla sobre eso. Hablar de estar conectado a los valores de la empresa. Sobre cómo te habla la misión y luego relaciona esas cosas con la descripción y tu conjunto de habilidades únicas.
¿Por qué estás interesado en este puesto?
El problema: el mayor error que los candidatos cometen con su respuesta se centra en cómo el puesto se ajusta a su plan de carrera, y cómo les ayudará a estar profesionalmente más satisfechos y avanzar en su carrera.
Lo que se debería decir: una mejor respuesta pone los objetivos de la compañía a la vanguardia. Las personas no solo son contratadas para hacer un trabajo; son contratadas para ser parte de la empresa en su conjunto, una empresa que tiene objetivos y metas muy específicos que alcanzar. El enfoque principal de la respuesta debe centrarse en cómo el candidato va a agregar valor a la organización.
¿Por qué deberíamos contratarte?
El problema: la respuesta común a esta pregunta es enumerar los logros y méritos que el entrevistador puede encontrar en tu currículum. No sabes nada sobre los otros candidatos, así que no puedes compararte con ellos.
Lo que se debe decir: una mejor respuesta es primero reconocer que no puedes hablar sobre los méritos de otros candidatos. A partir de ahí, habla de los atributos que tienes que no figuran en tu currículum, como las habilidades blandas que posees y que complementan el rol. Algo así como: “Espero haber podido mostrar por qué estoy calificado desde una perspectiva de logro profesional. Solo puedo imaginar que los otros candidatos son igualmente efectivos. Lo que puedo decir es que soy un excelente comunicador y puedo pensar rápidamente en mis respuestas. Soy muy adaptable y no pierdo el equilibrio en una crisis. Este es un puesto de alta presión, y además de mis cinco años de experiencia convirtiendo exitosamente a los equipos de ventas de baja producción en alto rendimiento, creo que esas habilidades blandas son un complemento fundamental”.
¿Cuál es tu mayor fortaleza?
El problema: un candidato a menudo responderá llamándose a sí mismo un trabajador. Realmente no responden a la pregunta, y no pueden responder porque la mayoría de la gente no conoce su mayor fortaleza.
Lo que se debería decir: una mejor respuesta implica algún tipo de preparación. Encontrar una respuesta real. Como parte de esa preparación, siéntate y piensa en cuál es tu ‘toque especial’ y cómo beneficiará a este jefe específico y a la empresa.
Por ejemplo: “Me han dicho que aporto energía a cada proyecto que abordo”. O bien: “Tengo la capacidad de conectarme con cualquier miembro de mi equipo, lo que aporta una sensación de cohesión al lugar de trabajo”.
Cuéntame sobre un momento en el que fallaste
El problema: esta pregunta puede hacer que tropieces si culpas a alguien más o dices que no puedes recordarlo.
Lo que se debería decir: una mejor respuesta es reconocer que todos nos equivocamos de vez en cuando. La pregunta, realmente, es analizar qué bien respondes. Una buena respuesta incluiría: “Este es el error que cometí, aquí es donde me equivoqué y esto es lo que aprendí como resultado”.
¿Cuál es tu requisito o idea salarial?
El problema: muchos solicitantes de trabajo dicen una cantidad y, en ocasiones, pueden basarse en cuánto quieren ganar.
Lo que se debería decir: una mejor respuesta podría ser: “No tengo una cantidad establecida en mente ya que no sé lo suficiente sobre el puesto”. Si te presionan para dar una respuesta, díles cuál era tu salario en tu último puesto y pregunta: “¿Eso está dentro del rango de este puesto?”.
¿Cuál es tu plan quinquenal?
El problema: esta es una pregunta que hace tropezar a muchos candidatos, ya que puede ser difícil de responder. Si tus expectativas son demasiado agresivas, como, “Me gustaría ser gerente”, el entrevistador podría verlo como una amenaza, queriendo su trabajo. Si tu respuesta es demasiado leve, como “espero estar en el mismo tipo de puesto”, puedes ser visto como no motivado o ambicioso.
Lo que se debe decir: una mejor respuesta vincula tus planes futuros con tu experiencia pasada y tus puntos fuertes. Usa esto como una oportunidad para hablar sobre por qué estás interesado en ellos. Por ejemplo: “Como se puede ver por mi experiencia, soy alguien que ha tenido la suerte de encontrar buenas compañías para las cuales trabajar, en las que he podido progresar y abordar desafíos continuamente. Espero que mi próximo puesto permita que continúe durante los próximos cinco años”.
¿Por qué quieres dejar tu trabajo actual?
El problema: las malas respuestas a esta pregunta incluyen cualquier cosa que sea negativa hacia el empleo actual, lo que suena demasiado vago o involucra información confidencial, como un despido inminente o la pérdida de clientes.
Lo que debes decir: la mejor respuesta es cualquier cosa que implique que estás buscando mejorarte a ti mismo. “Siento que puedo estar haciendo más y, actualmente, estaba demasiado limitado o no era factible avanzar”.
¿Tienes alguna pregunta para mí?
El problema: los candidatos que dejan pasar esta oportunidad pierden una buena ocasión de brillar. El no tener preguntas muestra no solo una falta de interés en el puesto o la compañía, sino también una total falta de comprensión de lo que se trata el proceso de entrevista. Hacer preguntas que se responden fácilmente mediante un examen rápido del sitio web de la compañía es aún peor, ya que pondrá de relieve lo poco que sabes sobre esa empresa.
Lo que se debería decir: una mejor respuesta es hacer una pregunta que demuestre una comprensión del panorama competitivo del sector en particular. Esto resaltará que le has dado a esta oportunidad un pensamiento más profundo. Por supuesto, hacer preguntas relacionadas con lo que se necesita lograr, o lo que ha hecho triunfar o fallar a otros en el puesto, así como las preguntas sobre cómo el departamento se ajusta a la totalidad de la organización, son geniales.
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