POR BEGOÑA VIÑA EN RRHH
Estos días dos de las palabras más buscadas y oídas son corona-virus y teletrabajo. Trabajar desde casa o lo que es lo mismo la denominada (oficina en el hogar, teletrabajo o trabajo móvil) para muchos trabajadores es parte de su vida diaria y yo hablo en primera persona. Según una encuesta de una empresa alemana llamada Bitkom un tercio de las empresas ofrece a sus empleados la oportunidad de trabajar de forma remota cifras que distan mucho del caso español.
Las empresas alemanas ofrecen a partir del cuarto empleado que pueda teletrabajar desde su casa o desde cualquier lugar que el trabajador desee. Aún así los números se estancan. Se lleva muchos años discutiendo tanto en organizaciones públicas como privadas cómo el trabajar desde casa puede conducir a una pérdida de productividad. No hay una línea clara sobre esta temática. Valorar de forma concluyente la decisión de dar a los trabajadores la oportunidad de trabajar desde casa y la lista de pros y contras que se han generado desde el punto de vista del trabajador y las organizaciones sigue siendo una tarea que recae sobre el gerente o directivo en materia de RRHH.
Surgen voces críticas desde el ámbito de la economía, y incluso desde la política, que señalan repetidamente los efectos potencialmente negativos motivado por el deterioro de las relaciones laborales entre compañeros. Además , se pone el foco en la disminución del potencial creativo por la falta de interacción social. Con frecuencia los representantes de los trabajadores manifiestan y recalcan que hay un aislamiento social y cierta explotación laboral. En contraposición los autores Biemmann y Wellnucker señalan que el teletrabajo puede aumentar la productividad, la satisfacción laboral y el atractivo del empleador.
Si nos acercamos de manera objetiva vemos muchos estudios individuales que presentaron resultados favorables y desfavorables para el trabajo en remoto. En un metanálisis del año 2007, Gajendran y Harrison evaluaron los 46 casos de carácter individual. Entre otras muchas cosas analizaron como va evolucionando la productividad a lo largo del tiempo para aquellos trabajadores que realizan su labor desde casa. En general hay un efecto ligeramente positivo de un 0.19. Si bien el autoinforme sigue siendo neutral, podemos encontrar algo positivo en la evaluación realizada a supervisores o en medidas de desempeño objetivo. No encontramos el miedo a la oficina en el hogar y las horas de trabajo sustentadas en la confianza que puede conducir a un menor esfuerzo laboral. El esfuerzo de trabajo basado en confianza subía en 1,5 horas más que las horas de trabajo reguladas.
Menor interración social, mayor autonomía.
En general no hay pruebas de una menor calidad de las relaciones con compañeros o supervisores, sin embargo cuando la cantidad de horas se realizan desde casa, puede conllevar efectos negativos. Las tareas predominantes que se realizan en remoto, conllevan una menor interracción social con los compañeros, se incrementa el aislamiento y en última instancia, se reduce ligeramente la satisfacción laboral.
Una razón importante por la que se trabaja desde casa es la compatiblidad mejorada que supone la vida privada y el trabajo. Cuando el trabajador se ve a sí mismo como autónomo, hay efectos individuales ligeramente positivos, sólo ligeramente como manifiestan Gajendran y Harrison un 0.19. Un efecto parecido se observa cuando analizan género y situación familiar. No hay diferencias entre hombres y mujeres, personas con hijos o sin ellos. Tomando en cuenta que muchas iniciativas centran su atención en la compatibilidad de trabajo y familia como meta de las medidas, el resultado a mi modo de ver parece sorprendente.
Podemos ir concluyendo a la vista de todo esto que los diseños de estudios individuales pueden demostrar ventajas y desventajas o, más bien efectos positivos y negativos de trabajar desde casa. Con la creciente digitalización, la flexibilidad en el horario de trabajo y la interconectividad digital habrá un incremento del aumento de trabajadores que lo hagan desde casa.
Los trabajadores y empleadores tienen que ponerse de acuerdo en regulaciones específicas para trabajar de manera remota. Para una experiencia positiva de los trabajadores y las formas modernas de trabajo, las organizaciones deberían hacer una encuesta a sus empleados sobre qué ambiente de trabajo es mejor para ellos a fin de ofrecer un rendimiento óptimo.Estos deseos debieran armonizarse con los de la organización. Hay empresas pioneras en este sentido como Google, Netflix que ofrecen a sus trabajador la posibilidad de su ubicación en el trabajo o de las horas, son consideradas pioneras en esto del futuro del trabajo o como se ha demostrado de no tan futuro.
Comentarios
Publicar un comentario