La popularidad en las redes no garantiza el trabajo.

Por: M. MATEOS Expansión

La popularidad en las redes sociales y profesionales no garantiza un puesto de trabajo, pero son un puente perfecto para conectar candidatos con empresas. Los seleccionadores apuestan por ello, pero no creen que sea lo que hace más atractivo a un profesional. 


El hábito no hace al monje. Uno de los refranes con más solera sirve para poner en tela de juicio el poder de las redes sociales... porque lo que aparece en la redes no siempre es un reflejo de la realidad, ni siquiera un resplandor. Los social media han puesto en la mano de los profesionales más extrovertidos la mejor herramienta para darse a conocer. Si bien es cierto que, al principio, muchos de ellos lograron deslumbrar a más de un reclutador, ahora todo eso es historia. Los seleccionadores saben que a menudo la marca online poco o nada tiene que ver con el valor añadido que puede aportar un candidato. Por ejemplo, Ophélie Richard, directora de selección de BBVA, explica que durante todas las etapas del proceso de selección buscan validar que exista un match entre la propuesta de valor del candidato y las habilidades que tienen definidas de liderazgo, de cultura, de valores, además del expertise técnico requerido para la función: "Para ser valorada, la marca personal debe transmitir las características que hacen sobresalir y que, según avanzamos en el proceso de selección, podamos ratificar la coherencia y credibilidad del perfil".

AUTENTICIDAD

Que lo que se proyecta en las redes se corresponda con la realidad es un punto a favor. Aitor Larrabe, director de talento de Ferrovial, asegura que "detrás de una gestión de marca efectiva y coherente hay propuesta valor, y eso contribuye a marcar la diferencia frente a otros candidatos con atributos similares. Como en productos, servicios o marcas comerciales, ha de haber coherencia entre el fondo y lo proyectado". Enrique Guillén, director de personas, servicios y calidad total de Calidad Pascual, coincide con su colega en que "un candidato con una fuerte marca personal, cuidada, con detalles estrictos y veraces de su perfil consigue hacer visibles sus habilidades a través de las plataformas digitales, algo imprescindible en la actualidad". Pero insiste en que están convencidos de que "la marca personal se construye desde dentro, desde las propias convicciones, desde la capacidad de responsabilizarse del propio desempeño y de liderar el de los demás colaboradores".

IMPACTO

Cuidar el impacto de todo lo que se proyecta en las redes es una cuestión clave para construir una marca atractiva. Diego Charola, director de RRHH para España y Portugal de Compass Group, explica que "la marca personal ofrece una información muy valiosa cuando lo que se valora es un perfil personal y no tanto el conocimiento técnico o experiencia de un candidato, que suele estar mejor y más exhaustivamente plasmada en un currículo". Por esta razón, a la hora de llamar la atención de los seleccionadores conviene ponderar el tipo de información que se cuelga en las redes. Tener un control sobre esa información es un valor que tienen en cuenta en Banco Sabadell. Conchita Álvarez, directora de RRHH de la entidad, apunta que "el dominio que un candidato ejerce sobre su propia marca personal es el primer indicador para valorar la fortaleza de su idoneidad como candidato. Aspirantes con perfiles coherentes en todas sus redes, con un discurso bien construido y acorde a los valores e ideas que desean proyectar a su comunidad son los más codiciados". Sin embargo, en algunas empresas la importancia de la marca personal se diluye en función del puesto. Lo explica Ramón Amorós, director de RRHH de Tendaml: "Buscamos la mejor opción para cada posición y necesidad. La marca personal sólo es determinante cuando es un requerimiento para el puesto". 

SEGUIDORES

La popularidad en las redes no es algo que valoren en exceso las empresas buscan determinados perfiles, miden más la calidad que la cantidad. Así Ana Belén Rodríguez, directora de atracción de talento de LeroyMerlin, explica que se fijan en la actividad de la persona en redes sociales -publicación de contenidos en blogs, tuits, participación en grupos profesionales, etcétera- y en la pertinencia y calidad de la misma. No se valora en ningún caso la popularidad de la persona ni el número de seguidores".

CERCANÍA

En cualquier caso, si existe algo determinante en las redes sociales es su poder para contactar e interactuar con los reclutadores. "Las redes sociales han hecho que todos los profesionales podamos ser vistos y valorados por todas las empresas, lo que facilita la movilidad y multiplica las oportunidades. En el otro lado, también son un foco de oportunidades para las empresas a la hora de buscar nuevo talento", considera Amorós. Santiago Huertas, director de captación de Indra, está de acuerdo: "LinkedIn, que tiene un enfoque netamente profesional, nos permite contactar de forma rápida con profesionales de todo el mundo, lo que ha contribuido a la digitalización de la labor de selección. Hoy sería inconcebible buscar talento sin Internet". Andrés Ortega, responsable de talento, selección y aprendizaje de ING, apunta que "observar la manera de participar de un profesional en algunas redes sociales nos permite extrapolar en qué medida su forma de interaccionar encajará en una organización estructurada en equipos multidisciplinares". Sin embargo matiza que nunca valoran la marca personal por encima de otras cualidades, "sino en paralelo a los rasgos de personalidad, las habilidades de cada profesional y su potencial para crecer dentro del banco". Una de las bondades de la redes sociales es la que destaca Amalia Rodríguez, directora de RRHH de Heineken España: "Las redes y las nuevas tecnologías han facilitado la búsqueda de profesionales que se fueron de España en los peores años de la crisis. Muchos de ellos han regresado gracias a que las empresas hemos podido detectarlos a través de las redes, con sencillos filtros o búsquedas enfocadas".

Destacar en las redes

¿Cómo destacar en Twitter o en LinkedIn? Dar con la respuesta a esta pregunta es tener la llave del empleo. Aunque los reclutadores consideran que nada puede sustituir a la entrevista personal como vía de acceso a un puesto de trabajo, también coinciden en que, cada vez más, las redes sociales son el mejor escaparate para descubrir los candidatos que pueden encajar en su organización. Ser un mero observador de lo que hacen los demás en las redes no sirve de nada para destacar. Para ello hay que participar en los foros de discusión y aportar información y datos de calidad, sin caer en el egocentrismo y la pedantería. Los responsables de gestión de personas aseguran que las redes sociales han cambiado el modelo de relación con los candidatos. Se trata por tanto, de sacar partido a ese canal y, en la medida de lo posible, interactuar con los reclutadores afines a su perfil profesional.

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