Fuente: Redacción CepymeNews | @CepymeNews
En las entrevistas de trabajo hay una serie de errores que deben ser evitados a toda costa, ya que pueden echar por tierra las opciones al puesto.
Para empezar, en cuanto a las cuestiones personales tenemos, por un lado, las referentes a gente de la empresa, como por ejemplo el propio evaluador, así como también las del aspirante al puesto. En ambos casos, están descartadas abordarlas, aunque sea para ganar confianza. De hecho, hay una serie de cuestiones que una entrevista de trabajo no debe abordar, como preguntar cuál es el estado civil, la orientación sexual, edad, nacionalidad, así como cuestiones sobre la situación familiar.
Tampoco se debe hablar sobre personas del anterior trabajo ni quejarse del mismo, sino más bien centrarse en la experiencia adquirida, explicando -en caso de ser necesario- que el hecho de no seguir en el mismo es para buscar mejores opciones o por incompatibilidades con la vida privada, al mismo tiempo que ello se convierte en un argumento a favor del nuevo puesto de trabajo.
Todo ello sin quejas ni lamentaciones, ni tampoco describir situaciones desesperadas o de necesidad imperiosa del puesto de trabajo. Lo de dar pena es algo que no funciona y hay que descartarlo definitivamente.
Por supuesto, no se deben utilizar palabrotas, tacos o algún tipo de lenguaje similar; así como tampoco cualquier alusión de carácter xenófobo, ofensivo o sexista.
También se debe evitar exagerar en las entrevistas de trabajo, teniendo en cuenta además que prácticamente una cuarta parte de los candidatos admite haber mentido intencionadamente en su CV, como recoge una encuesta de CareerBuilder España. ¿En qué aspectos se miente más? En primer lugar se encuentran las habilidades (62%), seguido de las responsabilidades laborales (54%), la duración de los trabajos en los que se ha estado (39%), los cargos laborales (31%) y los títulos académicos (28%). En muchos casos, también se exagera el conocimiento de un idioma.
La mayoría de las mentiras en los CV tienen poco recorrido, así como exagerar o mostrarse engreído, por ejemplo presumiendo de ofertas u otras posibilidades. Por eso hay que tener en cuenta que hay softwares diseñados especialmente para identificar posibles inconsistencias en los CV de los candidatos, facilitando que los reclutadores contacten con sus anteriores homónimos para comprobar la veracidad de la candidatura.
Aunque no se falte a la verdad, también es cierto que resulta muy tentador enumerar muchas virtudes y competencias, por lo que resulta necesario ser lo más conciso posible, centrándose en la información relevante para la cuestión.
Ello no quiere decir que se deje de valorar lo que se estime conveniente, pues puede caerse en otro error todavía peor, que es el de parecer que no se es lo suficiente apto para el puesto o que se tiene poca autoestima. Tampoco es aconsejable el peloteo o adulación para causar una buena impresión al entrevistador.
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